Alejandro, de cuatro años, es un niño nervioso, desobediente y caprichoso. Su problema: pretende conseguir todo lo que quiere y ante un obstáculo, opta por los gritar y patalear, además, son frecuentes, las faltas de respeto hacia sus padres. Al respecto, es importante tener en cuenta que los padres son un patrón de comportamiento que los hijos imitarán. Si el padre o la madre grita para conseguir llamar la atención del niño y que este obedezca, no es de extrañar que el niño reproduzca esta actitud cuando quiere hacerse notar y conseguir lo que quiera. Además, Alejandro comprueba que este método funciona, pues cuando se enrabieta, hay discusión, con sus consecuentes gritos, lloros; pero finalmente alcanza su propósito. Aunque sus padres utilizan la amenaza para corregir a Alejandro, éstas nunca llegan a cumplirse, por lo que su palabra carece ya de valor. El único medio eficaz que utilizan los padres para tranquilizar a Alejandro es el televisor, que permanece encendido durante todo el día en el hogar.
De esto concluimos, que el problema no reside únicamente en la personalidad o en el temperamento de Alejandro, sino en una educación que ha originado un comportamiento con el que parece haber llegado a un punto de “no retorno” (pero toda comportamiento es reversible). A todo esto se le suma la desorganización familiar que tienen, el padre pasa menos tiempo en casa, debido a su profesión y, por tanto, casi no interviene en la educación de su hijo, siendo Soledad quien lleve todo el peso de la educación de Alejandro.
Es muy probable que además esté celoso de su hermano pequeño (de dieciséis meses) y quiera adquirir un mayor protagonismo en casa. En cuanto al estilo educativo de los padres, se caracterizan por ser muy permisivos: no establecen unos límites claros que, además, lleguen a cumplirse. En definitiva, Alejandro pide a gritos que se le enseñe lo que está bien y lo que está mal.
El primer punto a tratar como educadores sería la relación entre Alejandro y sus padres. En primer lugar, acentuamos la importancia que tiene la implicación de ambos en las actividades del niño. En segundo lugar, debemos trabajar los roles que Soledad y Juan Antonio ocupan como padres. Todo ello nos lleva a corregir la actitud condescendiente de Soledad, así como la pasividad que Juan Antonio muestra. Por último, considerando el carácter nervioso de Alejandro, un paso importante en la modificación de su conducta sería lograr canalizar su energía, lo que de algún modo llevaríamos a cabo manteniendo ocupado a Alejandro. Hay que tener en cuenta que Alejandro va a gastar esta energía, la clave es cómo. Si no la canaliza de una manera ordenada con actividades de ocio y aprendizaje, la usará inadecuadamente, lo que concluirá en pataletas, insultos…
Hacer mención a la utilización del reforzamiento para modificar las malas conductas de Alejandro. Consideramos el refuerzo positivo al igual que el negativo, pero no el castigo como medio para reconducir los malos hábitos de conducta. Con el refuerzo positivo, desarrollaríamos actividades que incentivaran su motivación, con el refuerzo negativo, eliminaríamos alguna actividad que no produjera tales efectos. Sin embargo, el castigo, a veces difícil de cumplir por padres y educadores, si no es usado correctamente es un recurso ineficaz e incluso perjudicial en determinadas situaciones.
SUPER NANNY HABLA
Ante todo, hay que tener en cuenta que tratamos con un niño muy inquieto, que está en continuo movimiento. He aquí uno de los principales problemas del comportamiento de Alejandro: no tiene ninguna actividad asignada, se aburre y hace lo primero que se le ocurre. Convierte el sofá en una cama elástica, juega al fútbol en el pasillo, usa a su hermano como un juguete…
Por ello, debemos dirigir su actividad, mediante la asignación de tareas y responsabilidades, que le otorguen la autonomía y organización que necesita. Otro problema en el comportamiento de Alejandro son las rabietas. En este aspecto se hace entender a los padres la importancia que tiene el aprendizaje por imitación, que en este caso lleva a Alejandro a imitar el vocabulario de sus padres, como los insultos. Aún más importante es conocer, que el hecho de que los padres atiendan al insulto, provoca que él reitere la acción (quiere llamar la atención). Otro ejemplo de aprendizaje imitativo se produce cuando la madre pide a Alejandro que cumpla una tarea, para ello, repite continuamente la orden y eleva gradualmente el tono de voz. De esta forma, Alejandro aprende que ese es el modo de llamar la atención de sus padres, al igual que ellos lo hacen con él, lo que no resulta nada beneficioso.
Por otro lado, las discusiones con Alejandro acaban la en la mayoría de las ocasiones con un bofetón. En ese momento el niño para de hacer lo que estaba haciendo en ese instante, pero no sabe el por qué debe parar. Podemos afirmar que eso no le educa, solo consigue interrumpir la acción. Además, esos patrones de comportamiento Alejandro los imitará en situaciones de conflicto, tirando objetos, pegando a su hermano… Super Nanny advierte que Iker, el hermano pequeño, está imitando en todo a su hermano, por lo que requiere de más atención.
En cuanto al tiempo de ocio del niño, Alejandro no dispone de una zona de juego, donde pueda jugar y entretenerse sólo, algo a lo que habrá que poner solución, proporcionando un lugar donde Alejandro guarde sus juguetes y pueda pasar su tiempo libre. En cuanto a las responsabilidades que deberán asumir los padres de Alejandro, se basan principalmente en el reparto igualitario de las tareas domésticas y las actividades junto a Alejandro. Para ello, Juan Antonio ha de implicarse más y la madre debe descansar y aprender a delegar responsabilidades en su marido. Para llevar a cabo todas estas pautas, Super Nanny establece unas normas que todos deben cumplir y un sistema para el reforzamiento de las buenas conductas: un sistema de puntos. Esta técnica, consiste en castigar a Alejandro frente a una mala conducta (Quitándole sus juguetes) y levantar el castigo, de forma gradual, con un buen comportamiento, sin romper ninguna de las normas. Para ello, se le otorga 20 puntos al día que irá perdiendo con conductas incorrectas y que recuperará al día siguiente.
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES CON NUESTRO PLAN DE ACTUACIÓN
Compartimos ideas similares a las que tiene Super Nanny, aunque no hubiéramos conseguido los mismos resultados, por falta de conocimiento y experiencia. La psicóloga ha enfocado el problema, considerando el trato de sus padres y centrando menos atención en las características intrínsecas como el nerviosismo, la impulsividad y la desobediencia del pequeño. Atendiendo a factores externos como son la atención de sus padres, su implicación, las actividades que Alejandro realiza y cómo tratarle en situaciones críticas y puntuales. Actividades trabajadas y eficaces que inciden en la rutina del niño y han mejorado el comportamiento de Alejandro, al igual que la relación entre madre/padre e hijo. Super Nanny ha pensado no sólo en Alejandro, sino también en los padres, y ha procurado que ambos repartan sus responsabilidades por igual y aprendan a relajarse, en especial Soledad.
RESULTADOS
Tras varios días siguiendo las pautas de Super Nanny, Alejandro aprende a obedecer, respetar y ser más independiente en sus quehaceres (Se viste sólo, recoge sus juguetes, pone y quita la mesa…). Ha aprendido a relacionarse con su padre, a ayudar a su hermano y las rabietas son cada vez menos frecuentes. Además, juega y se entretiene él sólo. Sin embargo, cuando la psicóloga abandona el hogar durante unos días, Alejandro vuelve a regirse por sus propias normas de comportamiento, los insultos, las rabietas y la desobediencia aparecen de nuevo. Aunque ha incorporado algunas costumbres a su actividad diaria como irse a la cama con un libro en lugar de con la televisión.
Más adelante, Super Nanny visiona, con Soledad y Juan Antonio, los vídeos de estos últimos días y juntos analizan los resultados. La madre se siente orgullosa de ella misma cuando ve que Alejandro ha dado un cambio gradual y el padre reconoce que necesita pasar más tiempo con su hijo, tal y como ha hecho en estos días. La técnica de los puntos desaparece porque ya no es necesaria. Ha aprendido a obedecer sin coacción, así, Super Nanny devuelve a Alejandro los juguetes requisados.
La colaboración de los padres con la educadora ha sido clave. Los que más han cambiado, más que Alejandro, han sido los padres. Pues el problema no era tanto cómo fuera el niño, sino cómo tratarle. En el hogar de Soledad y Juan Antonio faltaba orden y organización familiar, algo que Super Nanny también ha trabajado durante su estancia. ¿El secreto? Conseguir que Alejandro pensara, reflexionara y actuara sobre ello; y que los padres elaboraran una base fructífera para ello.
Super Nanny propone técnicas de modificación de conducta que pueden ser positivas o negativas pero desde luego interesantes en ciertos aspecto como nos comentáis. Comprender una problemática y todos los agentes que influyen en el mismo permite pensar en las posibles soluciones partiendo del niño pero también de los demás contextos que están presentes como los padres, situación del hogar, las normas, ect. Muy bien hecho.
ResponderEliminarSaludos
SARA